Nunca hubiese imaginado a mi llegada a la capital de Bolívia encontrarme lo que encontré, para ser una ciudad de origen español, las clásicas plazas del urbanismo hispano brillan por su ausencia, sólo la preciosa Plaza Murillo, donde se reunen la casa de Gobierno, el Parlamento y la Catedral, es como tal, pero tampoco al estilo común, después ante la Iglesia San Francisco se abre algo la ciudad para dejar a los peatones respirar, pero ya luego sólo grandes ejes, avenidas unen unas partes con otras de la ciudad, alrededor de ellas grandes bloques de edificios, y un poco mas allá un mercado y junto a este, el pulmón de la ciudad el Parque Roosvelt que está en precarias condiciones a pesar de tener alguna idea interesante, más allá y para mi sorpresa, y deslumbramiento, un manto ilimitado de viviendas legales autoconstruídas, y aún más allá, donde ya la vista se pierde, picos de montañas nevados, no en vano estamos a 3900m de altitud, ciertamente nunca hubiese esperado algo así de La Paz, pero una vez más Bolívia me sorprendió, que maravilla para la vista es este país!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario