20 agosto, 2006

Ouro Preto, ciudad colonial

Finalmente tras bastante tiempo aquí, tuve la posibilidad hace unos días de visitar la ciudad más importante de Minas Gerais del siglo pasado, ya que en ese momento era la capital del Estado hasta que en 1897 se creó Belo Horizonte tras la Serra do Curral. Se trata de una maravilla arquitectónica protegida por la UNESCO en su totalidad, plagada de iglesias al estilo colonial portugués, y con claras influencias de sus conquistas asiáticas, Macao, en la disposición sobre promontorios de sus iglesias para tener visuales sobre toda la población, pero sobretodo, para que siempre en la vida de cualquier habitante la iglesia estuviera siempre presente, pudiendo ser avistada casi desde cualquier punto de la ciudad, aquí cuelgo algunos de esos ejemplos, desde iglesias con torres ovaladas a cuadradas, con accesos en diferentes puntos, todas las calles adoquinadas, y con grandes pendientes debido a la disposición geográfica del terreno, entre morros, es una de las ciudades más visitadas del interior del país, y auténtico tesoro portugués durante su colonia, ya que de aquí salieron miles de toneladas de la preciada roca con destino a Europa, se trata de un lugar de imprescindible visita, además de los numerosos museos históricos que vale la pena visitar, tiene gran vida universitaria debido a las facultades que allí hay, desgraciadamente estas dos últimas facetas no dio para verlas esta vez, pero por eso, habrá que volver más adelante.

10 agosto, 2006

El fenómeno del “PASEO”

Ya hace unos meses escribí una entrada aquí acerca del problema social del espacio urbano o algo así, esta tiene algo que ver, pero básicamente se trata de poner a la luz un fenómeno que me llama extremadamente la atención y que ocurre aquí en Belo Horizonte, como supongo en otras muchas ciudades de Brasil debido a los problemas sociales que aquí tenemos, la diferencia de rentas, de vidas, de status social, y un largo etc... este fenómeno se produce cada día en la Praça da Liberdade, a casi todas horas, pero en su punto más álgido entre las 17.00 y las 19.00, y es que en esos momentos se concentran en la única plaza, como las conocemos en España, de la ciudad... un número grandísimo de personas, podría llegar a asegurar que alrededor de 100 a la vez, y que obviamente van saliendo y entrando de la misma, y se juntan para “pasear” alrededor de la plaza, vestidos con ropas deportivas, como si fueran a hacer deporte y sólo dan vueltas como en la Meca alrededor de la plaza, es gente de todas las edades, desde adolescentes a personas mayores pasando por parejas de mediana edad, alguna cosa así se ve por Europa en determinados paseos creados para tal función, pero es que esto es una plaza de dimensiones no mayores a la de la Reina de Valencia y rodeada por coches en sus 4 lados, por tanto cuando uno pasa con el bus alrededor, le da la sensación de estar viendo una obra de teatro, o una pecera gigante, ya que como los peces, ellos dan vueltas alrededor de un espacio cuadrado de limites transparentes y alrededor del cual cualquiera los puede observar, y ademas son felices y se lo toman muy en serio obviamente.
Esta es la consecuencia de la inseguridad en las calles, durante el día sólo funcionan con el coche y por las tardes puesto que deben hacer deporte caminan, pero que gran parte de la ciudad lo haga en el mismo lugar me parece muy muy curioso.

03 agosto, 2006

"La posición del Arquitecto como coordinador de todos los acabados mobiliarios y obras de arte introducidos en la Arquitectura"

"Soy, sin falsa modestia el Arquitecto que más obra de arte ha incluido en la arquitectura. Una practica antigua, antiquísima, que Gustavo Capanema, ex-ministro de Educación y Salud, supo repetir al construir el edificio sede de aquel ministerio en Rio de janeiro.Inteligente y culto, nuestro amigo dejó a sus arquitectos esa tarea, invitando por nuestra indicación a, Portinari, Celso Antonio, Bruno Giorgi y Lipchitz, que, en aquella época era el escultor más ligado a Le Corbusier.Nadie pensó en concursos, nadie asumió la actitud provinciana de limitar la selección a artistas de Río. Se trataba de completar una obra de arquitectura y a los arquitectos, solamente a ellos, les correspondía resolver el asunto".
Oscar Niemeyer, parte de un articulo acerca de la inserción de las artes en la arquitectura publicado en un periódico en la época.