
No hay palabras ni adjetivos para describir lo que ocurre en un país donde todo funciona, todo está limpio, todo está perfecto, y que podría ser modelo a seguir para muchísimas cosas. Tienen las excentricidades lógicas que todos imaginamos y más, que iré contando en sucesivas entradas, muchas curiosidades, y muy buena arquitectura... tremenda arquitectura con un detallismo y pureza que rozan lo maníaco por su exactitud y perfección. Como no quiero adelantarme a todas las fotos de diferentes temas que colgaré, dejo ésta de uno de los cientos de taxis de Tokio. (nótese la pulcritud del taxi)
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