Biblioteca pública de Pep Llinás (Barcelona)

Formando parte de la Plaza Lesseps, y haciendo una de sus diversas fachadas, se encuentra la nueva biblioteca pública Joan Fuster del estudio de Pep Llinás en Barcelona.
Es un edificio correctamente implantado en un entorno tan cambiante y cuya ejecución parece también bastante correcta, aunque quizás está envejeciendo demasiado rápido por el exterior, el material se ha ensuciado velozmente en su parte trasera, pero su fachada principal en lo compositivo me gustó bastante (imag01), con diferentes pendientes y adaptándose a las alturas de su alrededor, y sobretodo con la acogedora marquesina principal quebrada (imag02) y que abriga agradablemente con los contrachapados de madera que dependiendo del detalle constructivo del vierteaguas se mantendrán por mucho poco tiempo impolutas. El interior está tratado de forma muy correcta en cuanto a materiales, ya que transmite mucho sosiego y tranquilidad, cuyos dos primeros metros son en acogedora madera, y luego en invariable pintura blanca, quizás recordando la mítica biblioteca de Asplund; quizás eché en falta mayores relaciones espaciales entre los espacios del edificio porque eran algo menores de lo esperado.
El elemento de escalera de caracol en la zona de internet (imag03) me recordó a alguna de H&dM, de colores más estridentes, y me parece que como elemento escultórico y que marca un espacio puede ser bueno, pero no necesariamente debiera ser de caracol, aunque a veces las cosas casi vienen impuestas quiero pensar. El espacio superior principal tiene una iluminación bastante buena, y las instalaciones parecen muy cuidadas algo muy difícil en un edificio de estas características con tantos cambios de cota y pendientes marcadas. En planta baja me gustó mucho la sensación creada con el espacio y acceso de Biblioteca "de barrio", con su cafetería al entrar a la derecha, y su zona de periódicos muy transitada a la izquierda en relación directa con la calle, así como un mostrador que se abre al visitante, quizás los núcleos de comunicación y húmedos no están claramente situados en el espacio, pero esa sólo fue una sensación, en general me pareció un edificio correctísimo que se adapta muy bien a las necesidades de este barrio donde también está el estudio de Llinás, por tanto está muy bien pensadas sus necesidades, y eso se nota a cada paso. Creo sin duda que es una de esas obras que Pep califica como de las que hacen sonreír y provocan afinidades remotas y solidaridad, para nada de las que hacen abrir la boca asombrado, y eso es magnífico en un edificio así.