Uno de los intereses de este blog es el volcado de imágenes de arquitectura y viajes, como se puede leer en el encabezado del mismo, pero obviamente este interés viene inicialmente de un interés particular por la fotografía de ahí que el nick sea el del Hombre de la Cámara.
Hace un tiempo escribí de un nuevo fenómeno en la fotografía convencional que era la lomografía, y no hace demasiado leí en un periódico que las empresas de fotografía cada vez más se plantean dejar de fabricar las cámaras convencionales para hacer sólo digitales.
Es cierto que esas son el futuro, es cierto que es de las que se nutre este blog, pero aquí comienzo un intento de no dejar en el olvido las antiguas cámaras de carrete que tanto nos han ayudado antes, con esas técnicas de revelado tan artesanales, ya no hablo de las cámaras normales de carrete normal, sino que para ver en mayor medida el paso del tiempo, presento aquí una de mis cámaras antiguas con carrete de 120 y que sigue haciendo fotos maravillosas sin necesidad de cargar la batería o necesitar un USB, se trata de una Zeiss Ikon, esa casa que hoy en día ya sólo se dedica a la óptica de las Sony, y que empezó produciendo cámaras completas antes de las guerras mundiales.
En concreto esta es una Zeiss Ikon Nettar 517/16 Novar-Anagtismat 75mm/4,5 con un obturador Pronto B-200, producida alrededor de 1949, y que desde entonces hasta hoy sigue haciendo unas fotos maravillosas tanto en blanco y negro como en color, tiene una mecánica envidiable y le funciona el temporizador, es realmente fantástico poder sacar fotos con una pieza histórica como esta, recomiendo a cualquiera probar una cámara similar hoy en día, en que dependemos tanto de las baterías, y ver la diferencia que hay, también animo a todo aquel que posea una, que la nombre en este blog para conocer más modelos de interés, por mi parte nombraré alguna otra que tengo más adelante.
2 comentarios:
hola dziga, hacía días que no paseaba por tu blog.
Yo utilizo a diario la cámara digital en las visitas de obra porque son prácticas a la hora de captar lo que buscas, sin error; como en las antiguas Polaroid: disparas y ves tu foto.
Pero me fascinan las cámaras de siempre, en las que tras el "clic" viene la sorpresa, la incógnita, la impaciencia del revelado... La más antigua que conservo es una Werlisa con la que mis padres nos hacían aquellas fotos de formato cuadrado.
No hace mucho, me alegré de haber recuperado ese formato gracias a la lomografía y mi Holga 120 CFN, además de hacer unas fotos divertidas y diferentes.
Bravo por las cámaras convencionales. Espero que nunca las dejen de fabricar.
Hola Helga, pues bienvenida de nuevo por aquí. Si las digitales son el día a día, pero como bien dices esa incognita de las clásicas es una maravilla. Así que eres lomógrafa?a ver si te cuentas alguna experiencia interesante haciendo de esas fotos raras, que yo no estoy muy convencido de ello...aunque me resulta muy interesante, eso si, como dices ojalá nunca dejen de fabricar estas cámaras, pero el peso del dinero y las ganancias es lo que prima hoy en día por encima de todo... desgraciadamente para los placeres menores!!
Publicar un comentario