Salimos pronto por la mañana de Stirling y en una hora escasa estuvimos ya en Glasgow, conseguimos aparcar del otro lado del río, y atravesamos uno de los muchos puentes que tiene esta ciudad, claramente industrial, me recordó a Manchester a menor escala, con muchos edificios similares, con unas fachadas de tonalidad similar entre ellas, y un clima típicamente gris. Recorrimos las primeras calles peatonales y centrales de la ciudad muy cerca de la Central Station, para acabar llegando a la plaza del Ayuntamiento (imag01), una plaza bastante grande con una escultura conmemorativa a los caídos en las grandes guerras, además de una gran columna central y otras esculturas de otro personajes famosos escoceses, de las que hay muchas más por toda la ciudad. Seguimos nuestro paseo para empezar a descubrir porqué Glasgow es la capital del diseño escocés, cuyo origen es el arquitecto y diseñador Charles Rennie Mackintosh, cuyas creaciones crearon época y escuela cuando la Secesion Vienesa.
Uno de los primeros lugares que vimos fue la Joyería Henderson (imag02), que estaba en una de las peatonales principales, Sauchiehall St, y cuyo diseño de cartelería era el ya mítico de Mackintosh. No muy lejos de allí estaba la famosísima Escuela de Artes de Glasgow, en Renfrew St, el edificio por el cual es más conocido, por los fantásticos diseños interiores que hizo, así como de mobiliario y pasamanos(imag0304), en planta baja se puede ver una pequeña exposición en la tienda de la Escuela, pero llama la atención que en una Facultad de Arte tenga alguien prohibido el acceso, sólo se puede pasar previo paso por caja con un ticket bastante caro, lo cual debería hacerles pensar porqué lo visita tan poca gente.
Seguimos visitando Glasgow, y otro de los puntos de interés en la ciudad es la renovación del puerto, otra similitud con Manchester, lo han dedicado a zonas culturales y de ocio, y a nuevas edificaciones de bloques de viviendas con vistas al canal que ya está rehabilitado con aguas de mejor ver, nuevos puentes, nuevos paseos, y más tranquilidad. Uno de los hitos urbanos de la zona es el Edificio Armadillo(imag05) de Foster&Partners, que me decepcionó mucho, me pareció un intento burdo de querer imitar ese proyecto en Sidney, que no voy a nombrar para que nunca Google en mi blog pueda asociar ambas palabras. Me pareció bastante feo y poco acertado, solo como hito tenía sentido pero el proyecto en sí para nada.
De vuelta hacia el centro, nos pasamos por la zona de la Catedral(imag06), que queda algo alejada de la zona centro, y también de las calles peatonales principales, en definitiva, me pareció una ciudad interesante para pasar un tiempo, tranquila pero con mucha actividad estudiantil y cultural, y si no fuera por el gris de su clima y que Edimburgo es espectacularmente bonita, tendría más razones para ser la primera del país y no solo por población.
El día acabó volviendo de nuevo a la belleza del Patrimonio de Edimburgo, pasando una noche en la Royal Mile, para al día siguiente devolver nuestro coche y poner de nuevo rumbo a Liverpool.
Uno de los primeros lugares que vimos fue la Joyería Henderson (imag02), que estaba en una de las peatonales principales, Sauchiehall St, y cuyo diseño de cartelería era el ya mítico de Mackintosh. No muy lejos de allí estaba la famosísima Escuela de Artes de Glasgow, en Renfrew St, el edificio por el cual es más conocido, por los fantásticos diseños interiores que hizo, así como de mobiliario y pasamanos(imag0304), en planta baja se puede ver una pequeña exposición en la tienda de la Escuela, pero llama la atención que en una Facultad de Arte tenga alguien prohibido el acceso, sólo se puede pasar previo paso por caja con un ticket bastante caro, lo cual debería hacerles pensar porqué lo visita tan poca gente.
Seguimos visitando Glasgow, y otro de los puntos de interés en la ciudad es la renovación del puerto, otra similitud con Manchester, lo han dedicado a zonas culturales y de ocio, y a nuevas edificaciones de bloques de viviendas con vistas al canal que ya está rehabilitado con aguas de mejor ver, nuevos puentes, nuevos paseos, y más tranquilidad. Uno de los hitos urbanos de la zona es el Edificio Armadillo(imag05) de Foster&Partners, que me decepcionó mucho, me pareció un intento burdo de querer imitar ese proyecto en Sidney, que no voy a nombrar para que nunca Google en mi blog pueda asociar ambas palabras. Me pareció bastante feo y poco acertado, solo como hito tenía sentido pero el proyecto en sí para nada.
De vuelta hacia el centro, nos pasamos por la zona de la Catedral(imag06), que queda algo alejada de la zona centro, y también de las calles peatonales principales, en definitiva, me pareció una ciudad interesante para pasar un tiempo, tranquila pero con mucha actividad estudiantil y cultural, y si no fuera por el gris de su clima y que Edimburgo es espectacularmente bonita, tendría más razones para ser la primera del país y no solo por población.
El día acabó volviendo de nuevo a la belleza del Patrimonio de Edimburgo, pasando una noche en la Royal Mile, para al día siguiente devolver nuestro coche y poner de nuevo rumbo a Liverpool.
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