Pero si hay un lugar desasosegante, fantasmagórico, abandonado y visitable más siniestro aún que el Linnahall, ese no es otro que la antigua cárcel de Patarei, un edifico abandonado a toda prisa, entre cuyos muros podemos todavía sentir con estremecimiento lo que allí ocurrió. La entrada sólo cuesta 2 € y accedes bajo tu responsabilidad, puesto que no está preparado para el turismo, está todo dejado tal cual, se cerró en su momento, y ahora entre tenerla cerrada o dejar pasar a los curioso, decidieron lo segundo (imag01), y ciertamente es espectacular.
En la segunda imagen, vemos una maqueta a escala de la forma del edificio que era un antiguo cuartel y bateria costera del ejercito zarista del siglo XIX convertido posteriormente en cárcel, cuya forma de cuña frente a la costa expone las celdas al frio del mar báltico.
Y es por ello cuando uno la visita se estremece viendo las condiciones en las que se vivía allí, y el mejor ejemplo es el estado actual de total abandono del quirófano principal, pero no sólo eso, sino también las celdas (imag03) que las hay de muchos tipos y formas. Tanto las que miran al mar, como las que estan en e interior del patio que parecen más jaulas de animales, realmente estremecedor.
Por último, ver tantos documentos y elementos propios de la época soviética, como las máquinas de escribir, los libros e informes, y demás detalles (imag04) esparcidos y tirados por el suelo, como si de allí hubiesen salido los guardias a toda prisa, te transmite muy friamente lo que allí pudo ocurrir a finales de los 90 justo antes de independizarse Estonia. La cárcel está a escasos 10 min de paseo del Linnahall por la linea de costa hacia el Oeste.
En la segunda imagen, vemos una maqueta a escala de la forma del edificio que era un antiguo cuartel y bateria costera del ejercito zarista del siglo XIX convertido posteriormente en cárcel, cuya forma de cuña frente a la costa expone las celdas al frio del mar báltico.
Y es por ello cuando uno la visita se estremece viendo las condiciones en las que se vivía allí, y el mejor ejemplo es el estado actual de total abandono del quirófano principal, pero no sólo eso, sino también las celdas (imag03) que las hay de muchos tipos y formas. Tanto las que miran al mar, como las que estan en e interior del patio que parecen más jaulas de animales, realmente estremecedor.
Por último, ver tantos documentos y elementos propios de la época soviética, como las máquinas de escribir, los libros e informes, y demás detalles (imag04) esparcidos y tirados por el suelo, como si de allí hubiesen salido los guardias a toda prisa, te transmite muy friamente lo que allí pudo ocurrir a finales de los 90 justo antes de independizarse Estonia. La cárcel está a escasos 10 min de paseo del Linnahall por la linea de costa hacia el Oeste.
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