Es una de las actividades más comunes de los turistas que visitan
el Emirato, pero no por ello es de las mejores. Quizás tuvimos mala
suerte con nuestro conductor de Jeep, que en los pocos 20 minutos de
visita a las dunas, no abrió la boca, quizás ese día había prisa, pero
lo cierto es que es algo organizado para el turisteo sin demasiado
detalle, y con poco amor por el trabajo.
Por lo que he podido ver después, hay
touroperadores mejores que tratan mejor y que también son más caros. En
nuestro caso, logicamente el encanto lo tenía el desierto (imag01) y allí tan sólo pasamos escasos 25 minutos, eso si, muy excitantes porque la manera
de recorrer las dunas por estos expertos del desierto fue espectacular,
pero nos hubiese gustado un poco mas de tiempo y alguna explicación
mejor, que seguro la había.
Una vez acabado ese recorrido, nos llevaron a
una especie de asentamiento en el desierto (imag02) donde uno podía hacer ciertas
actividades del Pérsico, como vestirse con las túnicas típicas de
hombre y mujer, hacerse algunos tatuajes naturales, y sobretodo ver un
pequeño espectáculo que no fue ninguna maravilla. Allí mismo dan de cenar, y
está incluido en el precio, pero ninguna maravilla, además la bebida y
cualquier cosa extra va a parte, así que un poco decepcionante para lo
que podría ser.
Se sale a las 15h y se vuelve sobre las 23h a Dubai, si
se hace en viernes que es el festivo principal de los Emiratos está
bastante más lleno de gente.
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