Y cómo no, la segunda razón para mi visita a Ávila era poder ver el proyecto de Patxi Mangado para el Palacio de Congresos y Exposiciones: Lienzo Norte.
Puesto que no había concertado una visita previa, que parece que sí se puede hacer, el único lugar donde pude estar dentro del edificio fue el Restaurante, El Lienzo, cuyo salón de arriba tiene unas vistas enmarcadas de la muralla, dignas de mención (imag01), así como la amabilidad del encargado al vistarlo.
Lo que es el edificio me pareció bastante interesante, sobrio como suelen ser los edificios de Mangado, muy lineal en el acceso (imag02) pero con una fachada lateral mirando hacia el mirador principal de las afueras de la ciudad que le da un encanto diferente además de recordar a un lienzo de cristal y piedra, muy potente cuando se ve desde abajo (imag03) pero muy bien insertado en el paisaje, mediante los caminitos que serpentean a su alrededor, y con el escalonamiento para trabajadores por la parte del fondo.
La zona que da a la plaza peatonal, con ese voladizo del restaurante cubriéndolo crea un espacio más recogido (imag04) donde apreciar las vistas mientras se toma una cerveza en verano, y es muy acertado, en cambio el pasaje del fondo que nos conduce hacia el paisaje exterior, que discurre entre el palacio de congresos y el volúmen de Exposiciones (imag05), entendiéndo el porqué está me parece menos acertado. No tiene grandes alardes estructurales a la vista el edificio salvo en esa zona, en que las cerchas quebradas que cubren la zona de Exposiciones se dejan ver tras el cristal traslúcido. El espacio visto desde la entrada de abajo es bastante simbólico y muy diferente del principal, aunque quizás demasiado. El material en piedra natural de toda la fachada me parece muy acertado, así como lo que pude ver del interior desde fuera.
Puesto que no había concertado una visita previa, que parece que sí se puede hacer, el único lugar donde pude estar dentro del edificio fue el Restaurante, El Lienzo, cuyo salón de arriba tiene unas vistas enmarcadas de la muralla, dignas de mención (imag01), así como la amabilidad del encargado al vistarlo.
Lo que es el edificio me pareció bastante interesante, sobrio como suelen ser los edificios de Mangado, muy lineal en el acceso (imag02) pero con una fachada lateral mirando hacia el mirador principal de las afueras de la ciudad que le da un encanto diferente además de recordar a un lienzo de cristal y piedra, muy potente cuando se ve desde abajo (imag03) pero muy bien insertado en el paisaje, mediante los caminitos que serpentean a su alrededor, y con el escalonamiento para trabajadores por la parte del fondo.
La zona que da a la plaza peatonal, con ese voladizo del restaurante cubriéndolo crea un espacio más recogido (imag04) donde apreciar las vistas mientras se toma una cerveza en verano, y es muy acertado, en cambio el pasaje del fondo que nos conduce hacia el paisaje exterior, que discurre entre el palacio de congresos y el volúmen de Exposiciones (imag05), entendiéndo el porqué está me parece menos acertado. No tiene grandes alardes estructurales a la vista el edificio salvo en esa zona, en que las cerchas quebradas que cubren la zona de Exposiciones se dejan ver tras el cristal traslúcido. El espacio visto desde la entrada de abajo es bastante simbólico y muy diferente del principal, aunque quizás demasiado. El material en piedra natural de toda la fachada me parece muy acertado, así como lo que pude ver del interior desde fuera.
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