Este es uno de esos lugares de Londres, lejos de algunos recorridos interesantes que conviene visitar para estar a la última en arquitectura, la Serpentine Gallery cada año encarga a un arquitecto de reconocido prestigio internacional el diseño de su pabellón temporal, y siempre nos podemos encontrar algo diferente por allí.
Esta vez, en mi visita estaba el pabellón diseñado por Frank Gehry, un pabellón de lineas diferentes a lo último, sin titanio ni estridencias, pero muy acorde con su arquitectura de descomposición espacial, que primaba en sus primeras obras y que ha ido perdiendo con los grandes y multimillonarios encargos de las ultimas décadas, pero quizás para algo temporal la inversión no merecía la pena y por eso ha optado de nuevo por esta faceta deconstructivista por la que tanto se le conoce en EEUU y menos en Europa, un pabellón interesante al que no pude entrar porque había una fiesta organizándose para esa noche, pero que ya desde lejos se veía venir que era de Gehry.
Esta vez, en mi visita estaba el pabellón diseñado por Frank Gehry, un pabellón de lineas diferentes a lo último, sin titanio ni estridencias, pero muy acorde con su arquitectura de descomposición espacial, que primaba en sus primeras obras y que ha ido perdiendo con los grandes y multimillonarios encargos de las ultimas décadas, pero quizás para algo temporal la inversión no merecía la pena y por eso ha optado de nuevo por esta faceta deconstructivista por la que tanto se le conoce en EEUU y menos en Europa, un pabellón interesante al que no pude entrar porque había una fiesta organizándose para esa noche, pero que ya desde lejos se veía venir que era de Gehry.