Mi 
siguiente localidad en el viaje por Castilla y León fue la magnífica Zamora, una pequeña capital de provincia con muchos tesoros escondidos, en lo menos arquitectural, llegamos durante las noches de un concurso de tapas en la ciudad, que unido a la excepcional denominación de origen Toro, de la zona, hacía de las noches una delicia. Además de los tesoros que conocía antes de llegar y que iba a descubrir en lo arquitectónico, me encontré junto a una curiosa y pintoresca catedral (imag01) que se puede admirar hasta desde el otro lado del río, otros secretos como
que Alberto Campo Baeza va a construir un proyecto junto a ella, la sede de la Consejería de Hacienda, o que el Teatro Ramos Carrión va a ser rehabilitado por José Morales, dos grandes sorpresas en una ciudad con ya dos proyectos magníficos, por un lado el Instituto Hispano-Luso (imag02y03) de Manuel de las Casas, una joya al otro lado del río y que es el marco perfecto para admirar la catedral en el casco histórico, el paso del río junto a la ciudad y la puesta del sol, todo desde el punto que el arquitecto nos diseña,
el ventanal de la biblioteca del Instituto, donde están los sillones para leer y relajarse, todo un espectáculo!! El Instituto es una intervención en un edificio de Patrimonio probablemente, y donde coloca el acero corten en un diálogo exquisito con las ruinas que quedan, separa los dos jardines, se articula en L para resolver el programa y la parte junto a los restos a conservar coloca la parte más pública, el Salón de Actos, así como las Salas de
Exposiciones. Por otro lado, y el gran referente arquitectónico de la ciudad, es el pequeño pero acogedor y tremendamente pensado Museo de Zamora(imag04y05) de Tuñón y Mansilla, sencillamente es una joya arquitectónica, cada sala está pensada para cada objeto, guiños visuales y arquitectónicos en cada quiebro de la circulación que más que dirigirte, te lleva en brazos, nada sobra, nada falta, todo está en su lugar, cada entrada de luz tiene su porqué, cada ventana tiene un motivo visual o estético, y la Caja Fuerte 
del museo con las joyas dentro y mostrándolas al visitante, también diseño suyo es una maravilla. Lo calificaría de sencillamente excepcional, los dos accesos desde el exterior tienen su detalle arquitectónico, tanto las puertas que se abren en L como las letras en corten adheridas al muro, y su quinta fachada así como las cuatro laterales, no desentonan en el paisaje y se mimetiza perfectamente con la ciudad. Y es que Zamora en su centro histórico, así como en los aledaños me pareció una ciudad preciosa para vivir, descansar y pasear, el centro con las grandes plazas de una escala correcta en la ciudad y los innumerables campanarios 
tomados por cigüeñas (imag06) en esta época del año, dan una alegría y colorido a la ciudad encomiables, con sus nuevos proyectos y la escala y corrección de la ciudad, además de los manjares gastronómicos y vinícolas de la zona, la convierten en lugar de parada imprescindible para cualquiera.
siguiente localidad en el viaje por Castilla y León fue la magnífica Zamora, una pequeña capital de provincia con muchos tesoros escondidos, en lo menos arquitectural, llegamos durante las noches de un concurso de tapas en la ciudad, que unido a la excepcional denominación de origen Toro, de la zona, hacía de las noches una delicia. Además de los tesoros que conocía antes de llegar y que iba a descubrir en lo arquitectónico, me encontré junto a una curiosa y pintoresca catedral (imag01) que se puede admirar hasta desde el otro lado del río, otros secretos como
que Alberto Campo Baeza va a construir un proyecto junto a ella, la sede de la Consejería de Hacienda, o que el Teatro Ramos Carrión va a ser rehabilitado por José Morales, dos grandes sorpresas en una ciudad con ya dos proyectos magníficos, por un lado el Instituto Hispano-Luso (imag02y03) de Manuel de las Casas, una joya al otro lado del río y que es el marco perfecto para admirar la catedral en el casco histórico, el paso del río junto a la ciudad y la puesta del sol, todo desde el punto que el arquitecto nos diseña,
el ventanal de la biblioteca del Instituto, donde están los sillones para leer y relajarse, todo un espectáculo!! El Instituto es una intervención en un edificio de Patrimonio probablemente, y donde coloca el acero corten en un diálogo exquisito con las ruinas que quedan, separa los dos jardines, se articula en L para resolver el programa y la parte junto a los restos a conservar coloca la parte más pública, el Salón de Actos, así como las Salas de
Exposiciones. Por otro lado, y el gran referente arquitectónico de la ciudad, es el pequeño pero acogedor y tremendamente pensado Museo de Zamora(imag04y05) de Tuñón y Mansilla, sencillamente es una joya arquitectónica, cada sala está pensada para cada objeto, guiños visuales y arquitectónicos en cada quiebro de la circulación que más que dirigirte, te lleva en brazos, nada sobra, nada falta, todo está en su lugar, cada entrada de luz tiene su porqué, cada ventana tiene un motivo visual o estético, y la Caja Fuerte 
del museo con las joyas dentro y mostrándolas al visitante, también diseño suyo es una maravilla. Lo calificaría de sencillamente excepcional, los dos accesos desde el exterior tienen su detalle arquitectónico, tanto las puertas que se abren en L como las letras en corten adheridas al muro, y su quinta fachada así como las cuatro laterales, no desentonan en el paisaje y se mimetiza perfectamente con la ciudad. Y es que Zamora en su centro histórico, así como en los aledaños me pareció una ciudad preciosa para vivir, descansar y pasear, el centro con las grandes plazas de una escala correcta en la ciudad y los innumerables campanarios 
tomados por cigüeñas (imag06) en esta época del año, dan una alegría y colorido a la ciudad encomiables, con sus nuevos proyectos y la escala y corrección de la ciudad, además de los manjares gastronómicos y vinícolas de la zona, la convierten en lugar de parada imprescindible para cualquiera.
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