22 mayo, 2008

Visitar Segovia tranquilamente...

Esta increíble y conocidísima ciudad lo es por diversas cosas, pero si hay una fundamental por la que visitarla que nunca va a dejar de sorprendernos y esta vez no es la arquitectura, es por la cocina, por los Asadores, pero eso vendrá al final, cuando uno ya ha recorrido algunas de sus calles, cuando uno ya ha pasado bajo los milenarios arcos romanos de su abrumador Acueducto (imag01). Tras el shock inicial de estar ante una de las mayores obras de ingeniería del Imperio Romano en un estado inmejorable y cuando uno empieza a volver a la realidad, entonces es cuando ya se puede empezar a apreciar todo el resto de joyas que tiene la ciudad, tras ver la escultura de Rómulo y Remo donada por Roma, y ya dirigiéndonos a la Plaza Mayor, cuya área está afortunadamente peatonalizada, nos sorprende la escala monumental de una catedral(imag02) que para sorpresa de propios y extraños es magnífica en su exterior y en el ábside en la parte trasera, ya que su fachada es una de las mayores decepciones tras haber visitado todas las ciudades anteriores, o quizás era un canto al minimalismo que no supe reconocer...
Es además en esta Plaza Principal donde se encuentra la pensión más económica de la ciudad, la Pensión Aragón, regentada por una familia mayor y cuyas ventanas de las habitaciones dan a la Plaza, si se consigue una de ellas, es maravilloso, es como ir a casa de tu abuela y dormir junto a la Catedral por 12 euros la noche, atención exquisita, limpieza, pero comodidades escuetas. Tras un largo paseo por el centro histórico, conviene visitar los jardines del alcázar, así como el mismo edificio (imag03), una joya arquitectónica sin igual en la región, visitar algunos otros palacios y la zona de la portada del Sol, con la pronunciada pendiente y las casas en equilibrio estático bien merecen el paseo, pero si hay algo por lo que bien merece la visita a Segovia, es sin duda, por el Mesonero Mayor de Castilla, Cándido, y su famoso Horno de Asar junto al acueducto(imag04), lugar por donde han pasado todas las grandes y santas instituciones que han venido a nuestro país en el último siglo, y... ¿que venían a probar todos ellos? el no menos mítico Cochinillo al estilo Cándido (imag05), una delicia que estremecerá el paladar de cualquiera, regado con un buen vino Castellano, será el mejor colofón a una visita inolvidable a Segovia, lugar de magnífica arquitectura, historia y además, cocina... Fantástico!!

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