02 marzo, 2008

Auditorio y Palacio de Congresos de Castellón


Dos usos en uno que se complementan bastante bien, dan a este edificio mastodóntico de C. Ferrater en colaboración con J. Sanahuja, unas dimensiones espectaculares, pero por su posición enmedio de una gran esplanada que se sigue urbanizando (aunque no como se planteaba en proyecto), le quitan escala a un edificio fondo de perspectiva del nuevo Pau Gumbau de Castellón.
En sutíl equilibrio de importancia con la Iglesia de Lidón, referente visual de la ciudad, se encuentra junto al Parque de Rafalafena y muy cerca de la salida hacia Benicassim desde la ciudad. El volumen del edificio exteriormente es brutal, con hormigón banco visto, sin juntas de dilatación, y sólo con el acero corten de la fachada que marca el acceso abocinando el espacio.
Se trata de un edificio administrado por Castelló Cultural, de acceso imposible sin cita previa (maldita la gracia), llamando al teléfono 964727555, y que sólo tendremos una vista parcial del mismo si entramos a un concierto puesto que toda la parte de congreso queda cerrada, concertando una visita se puede ver todo muy bien. El edificio es un juego muchas veces genial de sutiles movimientos de planos o volúmenes que nos sorprende a cada zona a la que vamos(imag04y05), cerrado completamente a sur, y con aberturas tamizadas a Este y Oeste, se abre a Norte en dos puntos principalmente, desde la Sala Polivalente de Congresos y desde la Sala Principal del Auditorio, lo cual lo dota de espectacularidad visual y enmarca un paisaje no especialmente sorprendente. Las salas son austeras y funcionales con mobiliario diseñado por Ferrater, la sala principal está compuesta de forma asimétrica y es funcional y tiene una pequeña sala de audiciones para 300 personas que es la que en sección del edificio provoca el abocinamiento del acceso(imag01y02) y que da a la entrada una teatralidad apasionante.

Dentro del mismo podemos encontrar todas las maquetas de los edificios que componen el Castelló Cultural, que son además de este el Museo de BBAA y el Palacio de Congresos de Peníscola, y en la parte de atrás tiene un jardín que hace extender la cafetería al exterior y que tiene una visión enmarcada del Desierto de las Palmas muy interesante, además el tratamiento dado a los árboles hace que te sientas al exterior como al interior, y el pavimento de madera te recibe y acoge en todo el tiempo que estás allí, el tratamiento del exterior inmediato es bueno, aunque como decía al inicio, la urbanización externa es nefasta por falta de presupuesto en su momento, con un parking escaso, y con alrededores sin ningún acotamiento para aparcar razonablemente, además si llueve estás vendido porque es todo barro sin tratar. Sólo el acceso desde la Avenida Blasco Ibáñez está con hormigón visto con hojas de arboles marcadas por los moldes y láminas de agua junto con naranjos decorativos compositivamente colocados junto a una zona de montículos de hierba que a modo de landscaping esconden y enseñan el edificio desde el paseo lateral.
En la visita al mismo, el arquitecto consigue sorprendernos con los diferentes espacios, casi mas que en el Auditorio de Barcelona, que es su antecesor en muchos aspectos, y la escasez y nobleza de materiales, hormigón blanco, madera, acero y vidrio dan como resultado un edificio que bien merecería ser premiado.

1 comentario:

dziga vertov dijo...

Deseando que el post y link a akicage desaparezca de mi blog!!