La visita a la capital vallisoletana suele venir marcada para cualquier visitante por la degustación de tapas espectaculares y por la visita del Palacio de Zorrilla (imag01), que es el edificio más significativo de la ciudad, y con mucha razón, junto al gran parque que hace de pulmón erde de la ciudad.
Pero para esta mochila que vive en Asia, era necesario visitar la ciudad, además de para esas dos cosas, para también conocer el Museo Oriental más grande de España, en el Real Colegio de Padres Agustinos (imag02) en la Avenida Filipinas, y que son conocidos como los Agustinos Filipinos. El museo (imag03) posee la mayor parte de obras asiáticas mejor conservadas en España de esta parte del mundo, y se debe a la tremenda incursión que durante siglos hizo esta orden religiosa en Filipinas y China, es por ello que a base de sus propios documentos, historia y fotografías han sido capaces de formar un museo y una biblioteca digna de la mejor de las instituciones culturales.
Pero además cuando uno empieza a pasear por la ciudad se encuentra por ejemplo con lugares tan interesantes como la casa donde vivió Cervantes (imag04) que es visitable y que está muy bien rehabilitada, así como plazas tan bien acondicionadas como la del Mercado, o Plaza de España, cuya cubierta metálica y en madera (imag05) le da un encanto especail, a una plza que de otra manera sería algo insulsa, como otras partes de la ciudad. A la entrada de la misma desde Madrid se puede contemplar una interesante rehabilitación de unas fábricas en parques y zonas de ocio para la gente que puebla una zona que parece completamente nueva en la ciudad.
Se trató de una visita rápida pero agradable, en otro momento quizá vendrá la recomendación de lugares donde comer, pero eso es más fácil encontrarlo en otros tipos de blog.
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