Pero a pesar de que visitar la ciudad y descubrirla por nuestra cuenta es relativamente fácil, decidimos que la mejor manera de conocer su historia y sus lugares más característicos, que reflejaban mejor la cultura local, tenía que ser de la mano de una agencia de confianza que nos llevase por esos lugares de manera más eficiente, y esa fue ViajesMarrakech, una agencia turistica en Marrakech gestionada por una española, Nuria y su marido marroquí. El trato fue siempre espectacular y es muy recomendable contar con sus servicios, que siempre son de mucha ayuda, y además son diligentes en prestarlos, en un país donde a veces las prisas no son lo más indicado.
El día que quisimos conocer los palacios, contamos con ellos y uno de sus guías, y nos llevó a visitar los más relevantes: Palacio El Badif (imag01), un lugar precioso hecho en muros de tapial y cuyo patio central es un pulmón para la vista, ya que más al fondo se puede divisar la cordillera del Atlas, y esa imagen desde la ciudad ocre, es maravillosa. También nos llevó al Palacio de Bahia (imag02), donde pasear por cada uno de sus pequeños patios, y ver el maravilloso estado de conservación de los mármoles al exterior, y los artesonados al interior, fue un auténtico deleite para la vista.
Posteriormente el paso por las Tumbas Saadíes (imag03) a través de mercados y zocos siguiendole entre la muchedumbre que compraba por esas zonas más locales de la Kasbah fue una gran experiencia también. Ese día de visita acabó en una de las puertas de la ciudad de mayor tamaño, la de Babganou.
Posteriormente y gracias a los consejos del guía nos pasamos por otro palacio no menos interesante que está por la parte norte del centro, la Madrasa de Ben Youssef (imag04) que de nuevo se conserva maravillosamente gracias a la última restauración y a un gran cuidado por parte del gobierno, es un lujo darse un paseo por ese patio interior, que tanto recuerda a alguno de la Alhambra. En definitiva, la visita a los Palacios es muy recomendable y se puede hacer toda en un día, pero se gana bastante tiempo, si vas con un guía que te evite colas y malentedidos, muchas gracias a Nuria por sus recomendaciones.
El día que quisimos conocer los palacios, contamos con ellos y uno de sus guías, y nos llevó a visitar los más relevantes: Palacio El Badif (imag01), un lugar precioso hecho en muros de tapial y cuyo patio central es un pulmón para la vista, ya que más al fondo se puede divisar la cordillera del Atlas, y esa imagen desde la ciudad ocre, es maravillosa. También nos llevó al Palacio de Bahia (imag02), donde pasear por cada uno de sus pequeños patios, y ver el maravilloso estado de conservación de los mármoles al exterior, y los artesonados al interior, fue un auténtico deleite para la vista.
Posteriormente el paso por las Tumbas Saadíes (imag03) a través de mercados y zocos siguiendole entre la muchedumbre que compraba por esas zonas más locales de la Kasbah fue una gran experiencia también. Ese día de visita acabó en una de las puertas de la ciudad de mayor tamaño, la de Babganou.
Posteriormente y gracias a los consejos del guía nos pasamos por otro palacio no menos interesante que está por la parte norte del centro, la Madrasa de Ben Youssef (imag04) que de nuevo se conserva maravillosamente gracias a la última restauración y a un gran cuidado por parte del gobierno, es un lujo darse un paseo por ese patio interior, que tanto recuerda a alguno de la Alhambra. En definitiva, la visita a los Palacios es muy recomendable y se puede hacer toda en un día, pero se gana bastante tiempo, si vas con un guía que te evite colas y malentedidos, muchas gracias a Nuria por sus recomendaciones.
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