La visita a Manchester se convirtió finalmente en una grata sorpresa, las expectativas no eran demasiado grandes en principio a pesar de haber leído que era la Barcelona de Inglaterra, en cierto modo lo es, por ser la segunda ciudad del país, porque es mucho más ciudad que Liverpool. Arquitectónicamente hablando da una imagen más homogénea de grandes edificios casi todos en ladrillo naranja (imag01) con un fondo de cielo gris muy industrial, no en vano es la ciudad donde nació la industrialización y el capitalismo, y cuyo punto más importante para darse cuenta de ello es el MOSI, Museo de la Ciencia y la Industria(imag02), en la barriada más antigua de la ciudad, Castlefield.
El día lo comenzamos llegando desde Liverpool a la Estación Central de Trenes, Picadilly Station, por 8,90 ida y vuelta, desde allí conviene acercarse en primer lugar a la Albert Square donde está el Ayuntamiento (imag03) y la oficina de Turismo principal para hacerse con un mapa; pero sin perderse por el camino el asentamiento chino hongkonés de Manchester, con su típico arco chino (imag04). Desde ahí nos acercamos al MOSI y tras visitar alguno de sus 4 edificios nos dirigimos a descubrir la ciudad en dirección Norte a la zona del Wheel of Manchester (versión menor del London Eye) donde está la Exchange Square y la Catedral. Antes pasamos por las calles peatonales y la zona de la Ann´s Square donde están las tiendas más caras de la ciudad. En la Exchange Square, ciertamente pintoresca porque conserva un par de casas de épocas anteriores entre tanto edificio industrial e incluso modernos (imag05), se pueden tomar algunas de las clásicas cervezas de Manchester, así como visitar la Catedral de Santa María, San Dionisio y San Jorge, de entrada libre, y acercarnos al curioso Museo Urbis, un edificio de sección escalonada con ascensor en pendiente y cuyas plantas a medida que subes se van haciendo menores en superficie. Desde esta zona, conviene darse una vuelta por el Northern Quarter, uno de los barrios más creativos y de música independiente de la ciudad, además del Centro Chino de Arte. Conviene ver todas las curiosas tiendas de Thomas St detenidamente, y por último acercarnos hasta Picadilly Gardens, una de las plazas más transitadas de la ciudad.
En general Manchester me sorprendió positivamente porque se notaba una homogeneidad edilicia industrial de principios de siglo XX muy interesante, mezclada con edificios más modernos unos mejores y otros menos, pero en relación a Liverpool mucho más acertados. Durante todo el día me fui encontrando con joyas arquitectónicas de claro estilo industrial inglés (imag06) como el Midland Hotel, así como edificios de viviendas y oficinas desconocidos cuyas calles traseras mostraban las vergüenzas fabriles del pasado sin rubor, y que sin duda agrada contemplar a un arquitecto! Además las afueras de Manchester, según vimos desde el tren están regenerándose con nuevas viviendas o lofts en zonas antes ocupadas por Almacenes industriales, fábricas, y un largo etcétera, que da al área metropolitana un aire de lo que fue muy bien tratado. Nos dejamos por ver algunos puntos fuertes de la ciudad como esas zonas residenciales que cuento y que me gustaría volver a visitar, así como la nueva zona de The Quays, el supuesto frente marítimo de Manchester que parece se ha tratado un poco como el de Liverpool, aún siendo un puerto ficticio, pero donde parece que la opulencia como en muchos otros frentes marítimos se ha apoderado de la zona para mejorarla y hacerla vivible, aunque a veces no asequible. En fin, que es una ciudad muy interesante para visitar desde un punto de vista arquitectónico sabiendo de su importante pasado industrial, que cuando tiene la Universidad en marcha gana todavía más en ambiente y gentes, tanto por el día como por la noche.
El día lo comenzamos llegando desde Liverpool a la Estación Central de Trenes, Picadilly Station, por 8,90 ida y vuelta, desde allí conviene acercarse en primer lugar a la Albert Square donde está el Ayuntamiento (imag03) y la oficina de Turismo principal para hacerse con un mapa; pero sin perderse por el camino el asentamiento chino hongkonés de Manchester, con su típico arco chino (imag04). Desde ahí nos acercamos al MOSI y tras visitar alguno de sus 4 edificios nos dirigimos a descubrir la ciudad en dirección Norte a la zona del Wheel of Manchester (versión menor del London Eye) donde está la Exchange Square y la Catedral. Antes pasamos por las calles peatonales y la zona de la Ann´s Square donde están las tiendas más caras de la ciudad. En la Exchange Square, ciertamente pintoresca porque conserva un par de casas de épocas anteriores entre tanto edificio industrial e incluso modernos (imag05), se pueden tomar algunas de las clásicas cervezas de Manchester, así como visitar la Catedral de Santa María, San Dionisio y San Jorge, de entrada libre, y acercarnos al curioso Museo Urbis, un edificio de sección escalonada con ascensor en pendiente y cuyas plantas a medida que subes se van haciendo menores en superficie. Desde esta zona, conviene darse una vuelta por el Northern Quarter, uno de los barrios más creativos y de música independiente de la ciudad, además del Centro Chino de Arte. Conviene ver todas las curiosas tiendas de Thomas St detenidamente, y por último acercarnos hasta Picadilly Gardens, una de las plazas más transitadas de la ciudad.
En general Manchester me sorprendió positivamente porque se notaba una homogeneidad edilicia industrial de principios de siglo XX muy interesante, mezclada con edificios más modernos unos mejores y otros menos, pero en relación a Liverpool mucho más acertados. Durante todo el día me fui encontrando con joyas arquitectónicas de claro estilo industrial inglés (imag06) como el Midland Hotel, así como edificios de viviendas y oficinas desconocidos cuyas calles traseras mostraban las vergüenzas fabriles del pasado sin rubor, y que sin duda agrada contemplar a un arquitecto! Además las afueras de Manchester, según vimos desde el tren están regenerándose con nuevas viviendas o lofts en zonas antes ocupadas por Almacenes industriales, fábricas, y un largo etcétera, que da al área metropolitana un aire de lo que fue muy bien tratado. Nos dejamos por ver algunos puntos fuertes de la ciudad como esas zonas residenciales que cuento y que me gustaría volver a visitar, así como la nueva zona de The Quays, el supuesto frente marítimo de Manchester que parece se ha tratado un poco como el de Liverpool, aún siendo un puerto ficticio, pero donde parece que la opulencia como en muchos otros frentes marítimos se ha apoderado de la zona para mejorarla y hacerla vivible, aunque a veces no asequible. En fin, que es una ciudad muy interesante para visitar desde un punto de vista arquitectónico sabiendo de su importante pasado industrial, que cuando tiene la Universidad en marcha gana todavía más en ambiente y gentes, tanto por el día como por la noche.
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