"...Frente a una naturaleza cuyo destino es estar predeterminado, la arquitectura se presenta como algo que pertenece al dominio de la cultura, cuyo marco está por hacer, no está determinado. Hacer arquitectura tiene que ver, por tanto, con determinar aquello que está indeterminado, que pertenece todavía al mundo de las ideas. Nuestro trabajo consiste en convertir estas ideas en cosas, y situarlas en un mundo más material, dibujando el proyecto como un intercambio entre subjetividad y sistema, entre lo arbitrario y lo posible...."
Extracto en pág.160 de "Aprender es dibujarse en el mundo" de Luis M. Mansilla en la publicación LA FORMACIÓN DEL ARQUITECTO del Colegio Territorial de Arquitectos de Catalunya publicado por Quaderns.
Extracto en pág.160 de "Aprender es dibujarse en el mundo" de Luis M. Mansilla en la publicación LA FORMACIÓN DEL ARQUITECTO del Colegio Territorial de Arquitectos de Catalunya publicado por Quaderns.
2 comentarios:
A veces es más "arquitectura" el croquis inicial, ése que se dibuja en una servilleta de papel, que el proyecto final.
Por el camino, los arquitectos pueden encontrar piedras y corsés...sobre todo si no hay diálogo entre las partes o prima únicamente el coste final.
La relación del arquitecto con el cliente es un arte que se debe aprender y cuidar...¡si es fructífero y fluye puede que, incluso, se llegue a enriquecer aún más esa idea inicial y más aún: que se construya!
Estoy completamente de acuerdo contigo en eso del croquis inicial, algo que últimamente se ha perdido un poco.
En cuanto a la relación cliente-arquitecto, siempre debe ser buena, al menos así hay que entenderla, pero hay casos y casos, pero seguro que es algo que se aprende,aunque de forma innata hay quien lo tiene desde el inicio de sus días!
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