El hotel está situado muy cerca de la puerta del Parque Nacional de Uda Walawe, que era nuestro objetivo principal, y por tanto la razón por la que fuimos allí ya que yendo con bebé era clave.
Al final, y tras contrastar con la gente del hotel y con nuestro conductor, decidimos que el bebé no podía ir al paseo porque no iba a disfrutarlo nadie, ya que es el Parque Nacional que aloja a mayor número de elefantes del país, pero también a otros tantos animales que en circunstancias normales son traqnuilos pero que nunca puedes controlar.
La habitación que nos dieron a pesar de estar junto al restaurante resultó ser tranquila, todas las instalaciones muy buenas, el baño de nuestra habitación limpio y reformado, y la cena siendo básica no estuvo mal. Además fue la primera vez que pudimos degustar la mítica cerveza nacional Lion. Curiosamente en Sri Lanka no se puede beber alcohol en público y es bastante dificil encontrar lugares donde te pongan una cerveza para beber, ni siquiera en restaurantes, de hecho y como digo tras 4 días de viaje, aquí probamos la primera.
En lo que se refiere al safari, comienza a primera hora de la mañana, a las 5.30am, cuesta 5000 SLR y dura casi tres horas. Hay que pedir la noche antes una cajita de desayuno para comer algo dentro del parque tras la visita, sino hay que esperar a salir. Además al volver al hotel a eso de las 9am pudimos degustar el desayuno ofrecido de normal, que de nuevo, siendo básico no estaba mal.
La gente que lo lleva es agradable, intentan ayudar en lo posible, y para una o dos noches parece un lugar suficientemente arreglado y que merece la pena, si lo que se quiere es disfrutar de los elefantes.
Al final, y tras contrastar con la gente del hotel y con nuestro conductor, decidimos que el bebé no podía ir al paseo porque no iba a disfrutarlo nadie, ya que es el Parque Nacional que aloja a mayor número de elefantes del país, pero también a otros tantos animales que en circunstancias normales son traqnuilos pero que nunca puedes controlar.
La habitación que nos dieron a pesar de estar junto al restaurante resultó ser tranquila, todas las instalaciones muy buenas, el baño de nuestra habitación limpio y reformado, y la cena siendo básica no estuvo mal. Además fue la primera vez que pudimos degustar la mítica cerveza nacional Lion. Curiosamente en Sri Lanka no se puede beber alcohol en público y es bastante dificil encontrar lugares donde te pongan una cerveza para beber, ni siquiera en restaurantes, de hecho y como digo tras 4 días de viaje, aquí probamos la primera.
En lo que se refiere al safari, comienza a primera hora de la mañana, a las 5.30am, cuesta 5000 SLR y dura casi tres horas. Hay que pedir la noche antes una cajita de desayuno para comer algo dentro del parque tras la visita, sino hay que esperar a salir. Además al volver al hotel a eso de las 9am pudimos degustar el desayuno ofrecido de normal, que de nuevo, siendo básico no estaba mal.
La gente que lo lleva es agradable, intentan ayudar en lo posible, y para una o dos noches parece un lugar suficientemente arreglado y que merece la pena, si lo que se quiere es disfrutar de los elefantes.
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