Esta pequeña población quedaba a un paseo de 10 minutos de nuestro hotel, y habíamos oído hablar mucho de ella. Así como de las Ruinas de Ampurias que quedaban exactamente al lado de nuestro hotel también.La visita era por tanto obligatoria, y se hace en muy poco tiempo, ya que el publecito, pintoresco donde los haya, es tremendamente pequeño, está bastante lleno de turistas y para mi sorpresa está habitado por gente todo el año, ya que siendo de estas dimensiones pensaba que sería más una joya visitable que un pueblo. Lo más relevante es su iglesia (imag0102) que tiene unas características comunes a otras pero que no dejan indiferente debido al tamaño y forma rectangular de su fachada principal, sobretodo siendo yo arquitecto. El resto del micro-paseo que dimos es como una vuelta atrás en el tiempo con un pueblo cnstruído hace siglos en piedra natural de colores claros (imag03), y con casitas muy bien cuidadas y construídas, bien merece la pena el paseo.
Otras localidades cercanas que merece la pena visitar en la zona son: EmpuriaBrava, Roses tanto su playa y paseo marítimo como sus ruinas, La Escala, Begur, y un largo etcétera. La verdad es que toda esta costa del Empordá bien merece un viaje mucho más tranquilo, y lo que cabe reseñar por lo bien organizado, es la cantidad de buena información turística que se da en todos los puntos habilitados por la Generalitat.
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