Otro de esos bonitos lugares que visitar en el recorrido por la costa gerundense es esta población muy cerca del Cabo de Creus, de hecho cuando uno se acerca a este pueblo casi puede divisar el cabo desde la carretera, aunque más bien es imaginar. Como otros muchos pueblos que vimos en nuestro recorrido por la costa, es muy pintoresco (imag01) de casitas blancas y precioso puerto pesquero, con una vida inusitada en verano, y con muchas terracitas y restaurantes, así como tiendas de comida, donde pararse a degistar algo o sentarse tranquilamente al sol a tomarse un cafe o refresco mientras la brisa del mar te hace disfrutar del momento.
Pero si hay algo que realmente merezca la pena cerca del pueblo, además del Cabo de Creus, es la visita al Monasterio de San Pedro de la Roda, declarado Bien Cultural de Interés Nacional desde 1997. El enclave es maravilloso para desde algunos puntos ver el inmenso mar mediterráneo (imag02) y desde otros disfrutar de su arquitectura secular. Por ejemplo el patio que ha sido rehabilitado y muy bien tratado es un espacio de lo más interesante (imag03), pero además toda la construcción de cada una de sus torres tanto desde fuera como desde dentro, te teletransportan a las descripciones de la manera de construir en la Edad Media.
Es un lugar muy bien conservado y que merece una visita, ya que el enclave paradisíaco mejora mucho más su arquitectura, además muy cerca de allí tambien podemos encontrar el Castillo de Verdera y la iglesia de Santa Cruz de Rodas junto con las ruinas del pueblo medieval que le rodea.
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