Boracay, isla de ensueño.

Esta pequeña isla junto a la de Panay, que es donde se encuentra el aeropuerto de Caticlan-Boracay, ha sido siempre un paraíso, ahora ya mas conocida entre turistas, pero todavía un lugar que conviene visitar sabiendo que tiene de todo, unas playas espectaculares (imag01) y mucho ambiente nocturno. Uno de los mejores lugares donde quedarse a pesar de no estar en primera línea de playa, y casi se agradece, es el Frendz Resort Boracay (imag02), una autentica maravilla de sitio por solo 12 euros por cabeza, con bungalows dobles, un staff muy amable y un ambiente espectacular con mesa de billar gratis, ellos fueron los que nos recomendaron ir al mercado de pescado a comprar ejemplares del día (imag03), una experiencia fantástica eso de regatearles a los pescadores de muy buen rollo y cenar tan bien. En Boracay hay muchas cosas que hacer, además de visitar diferentes lugares de la isla (imag04), sobretodo merece la pena tomar unas clases de Kite Surf si se sabe algo y el día acompaña, cosa que no se produjo en nuestro caso(imag05), pero llama la atención la cantidad de amantes de este deporte en la isla. Y es que su inmensa playa, sus aguas transparentes y la calidez de su gente hacen que sea uno de los grandes paraísos ya descubiertos de Filipinas (imag06), eso si, estoy seguro que hay muchos más que todavía están por descubrir, Filipinas es una auténtica maravilla para cualquier turista sea de la nacionalidad que sea, y sus más de 7.000 islas una atracción increíble.