Shanghai y sus rascacielos

Hace poco escuché en una noticia que Shanghai tenía más rascacielos que toda Europa, y no hace poco me dediqué a preguntar si alguien sabía la forma de diferenciar un rascacielos de un edificio alto, y la respuesta fue que si sobrepasa la proporción 1 a 6 de ancho de base con respecto a su altura es rascacielos. La otra fue que si está a partir de un mínimo de 500 pies (152,50m) es ya considerado, y a partir de 1000 pies (305m.) es un rascacielos superalto.
El caso es que el distrito financiero de Pudong en Shanghai, acoge la gran mayoría de este tipo de edificios de China, entre los que cabe destacar el Centro Financiero Internacional SWFC de 101 plantas y 492m (delante en imag01) que es hoy día el edificio más alto de China y segundo del mundo, y a su lado la Torre Jin Mao de 88 plantas y 420 metros (delante en imag02) que es hoy día la cuarta del mundo. Muy cerca de ellos y casi unos encima de otros podemos ver reconocibles ejemplos del skyline de Shanghai como es la Perla, el edificio de la televisión china más representativo hasta el momento de la CCTV de Pekín (imag03). Pero no sólo por Pudong y sus edificios tiene Shanghai ese renombre, alrededor de la People Square, podemos encontrar otros grandes edificios muy representativos de la ciudad como se observa en la imag04, que son fruto de la construcción vibrante de los años 90, aún así en ese mismo distrito se sigue construyendo edificios en altura más acordes con la forma de proyectar del siglo XXI (imag05) y cuyas fachadas tienen un claro interés plástico y formal.
Y es que la ciudad es un hervidero continuo de nuevas construcciones, edificios en altura y nuevos retos estructurales que no dejan indiferente nunca al visitante, y sobretodo al llegar la noche, se iluminan todos de esa forma tan particularmente llamativa que tanto gusta a la sociedad china, y nos dan estampas tan conocidas desde el Bund como la que muestro en la última imagen 06, Pudong desde Puxi, es para disfrutarlos y más si uno es arquitecto o ingeniero, es cada uno de ellos un ejercicio estructural digno del mejor proyectista y que nos hace pensar cada vez donde está el límite de la arquitectura actual.