09 junio, 2008

Visitar Florencia

Llegar a una ciudad como Florencia debería de significar muchas cosas para cualquiera, y visitarla un placer visual, compositivo y de proporciones, una catarsis mental de los avances de los sistemas constructivos que la arquitectura del Renacimiento iba enseñando a las mentes más privilegiadas, eso unido a una familia Medici que puso todo su empeño en que allí se situaran todos los eruditos de todas las disciplinas de aquella época, hace que el conjunto sea monumentalmente fascinante, y no solo por la escala de las cosas, sino por lo que el visitante debería reconocer en cada uno de los momentos y puntos cruciales de la ciudad. Ante todo, hay que saber que los ingenieros y arquitectos de aquella época estaban en clara y encarnizada competición con los Sieneses, en una pugna clara por ser los más intrépidos de la Toscana. Es por ello que las audacias que unos y otros intentan en la región en esa época dan intentos un tanto fallidos como el duomo de Pisa, otros correctos pero no sobrecogedores por las luces, duomo de Siena, y otros sobrenaturales por las luces que alcanzan y lo inédito de su planteamiento, es el caso de lo primero que debemos visitar en Florencia, el duomo.
Alguien me dirá que para llegar al Duomo hay que pasar por Santa Maria Novella desde la Estación, cierto, pero se puede evitar también, y dadas las circunstancias es mejor invertir la fascinación que nos provocarán todas las fachadas de Florencia en esta obra tan compacta y completa de Brunelleschi, la cúpula fue la más audaz hasta ese momento, y la primera del mundo en construirse siendo autoportante, sin andamio central, además todo el conjunto de Campanario y Baptisterio tiene un hilo compositivo y de color que merece la pena apreciar, y que en otra entrada detallaré(imag01y02).
A partir de aquí, podemos empezar a ver Florencia, las fantásticas fachadas de Santa Maria Novella(imag03), proyecto de León Battista Alberti que pone de manifiesto las armónicas relaciones matemáticas que deben regir los organismos renacentistas, o de la Santa Croce(imag04), también de unas proporciones maravillosas, pero ambas son solo fachada, puesto que l cuerpo de la iglesia es anterior y decepciona en cierto modo, aunque en esta última podemos encontrar en su interior la Capilla Pazzi de Brunnelleschi y en uno de los laterales el Hospital de los Inocentes también obra suya. En el camino entre el duomo y la Santa Croce, deberíamos acercarnos a admirar el Palazzo Vecchio(imag05), situado junto ala Galería Ufizzi, de obligada visita sólo en el caso de poder dedicarle un día entero, puesto que si no, no compensa la cola tan larga que hay que hacer. En esa plaza del Palazzo, podemos contemplar una de las esculturas del David de Miguel Angel, así como el campanario del que fuera ayuntamiento de la ciudad, que en la toscana sólo lo ponían aquellas ciudades que habían conseguido la independencia y la libertad de su nobleza. Ahora el nuevo ayuntamiento se sitúa en la Plaza de la Reppublica, de grandes dimensiones también, propio de estos espacios públicos de ciudades italianas, con esas ya características porticadas, y que se sitúa muy cerca del Palazzo Vecchio en plena zona de tiendas y mercado, puesto que todo es centro y se camina muy fácilmente.

Atravesando la Galería Ufizzi, y dejando a nuestros lados las esculturas de todos los grandes pensadores y artistas que pasaron por la ciudad, llegamos al río para contemplar el Ponte Vecchio(imag06), uno de los pocos puentes habitados de Italia junto con Rialto en Venecia, que en su momento eran viviendas y comercios de carniceros y actualmente alberga las joyerías mas caras de la ciudad. Una vez contemplado y atravesado el puente, a ese margen, conviene visitar el Palacio Pitti y los Jardines del Boboli, así como subir hasta la plaza de Miguel Angel, donde hay un David en bronce que pierde su relevancia ante la vista espectacular que de la ciudad tenemos desde ahí.

De vuelta al centro y pasando la zona principal antes mencionada, los puntos principales a visitar son el Mercado principal en días laborables, la Capilla Medici, la Galeria de la Academia. donde esta el tercer David, o la fortaleza de Basso, así como el Palacio Rucellai.

Siendo estos los lugares principales, cuantos mas días podamos contemplar la ciudad y caminarla, mejor entenderemos el lugar donde estamos, conviene probar la maravillosa cocina toscana en restaurantes como Trattoria Marione(via della Spada,27), y tomar un aperitivo a eso de las 19h en lugares como por ejemplo All´antico Vinaio (via dei neri,65) cerca de los Ufizzi.
De alojamientos esta repleta la ciudad y los hay de todos los tamaños y para todos los gustos, en cualquier web se pueden encontrar.

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