Por ello quisiera con esta entrada recordar las grandes obras de arquitectura holandesa que hay en ese muelle del antiguo puerto. Desde el puente de Erasmo (de van Berkel) hasta el hotel, se pasaba primero por una obra de Renzo Piano, el KPN Telecom o Belvedere, junto a este había la nueva sala de cines Luxor de Bolles+Wilson, luego se pasaba por una gran zona vacía que ahora está ocupada por esta mole, pero también junto a unos grandes hangares donde tenían la oficina el estudio West 8, para por fin llegar al hotel, a su lado había una torre de oficinas muy bien construída pero que pasaba desapercibida y que era el World Port Center de Norman Foster.
Justo detrás del edificio del hotel, había una típica tipología de torre residencial holandesa, la Montevideo de Mecanoo. Volviendo a la avenida donde estaba el puente y si seguíamos un poco más adelante había también el edificio de la Universidad INHolland diseñada por Erik van Egeraat.
Lo curioso es que mientras tomaba el café en la terraza del hotel, podía intuir al otro lado del agua el Kunsthal de Koolhaas también, y el Shipping & Transport College de Rotterdam, de Neutelings.
Lo que es indudable es que Rotterdam es una de las mejores ciudades europeas para ver arquitectura europea de vanguardia de la buena, aunque es más bien de la época de finales de los 90 e inicios del 2000 cuando se produjo el boom de la construcción allí. Para un viajero arquitecto como yo, es una ciudad fundamental.
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