La gran sorpresa al llegar a Manaus, es que al contrario de lo que se piensa no está sobre el Amazonas, o Solimões como aquí lo llaman, sino sobre el Río Negro, de ahí que a su lado se encuentre el increíble Encontro das Aguas(imag1), durante 10km ambos ríos se unen sin conseguirlo debido a las diferencias de densidad, temperatura y velocidad, y la estampa que dejan en el cruce es impresionante, a ese lugar nos dirigimos la mañana que llegamos Birgit, Paul, Patrick, Honore, Martins y Martín, o sea todos los extranjeros del barco que nos unimos para buscar un buen precio por Manaus en sus lúgubres hostels. La otra gran sorpresa de la ciudad es encontrarse con un lugar tan grande en medio de la selva, con el Gran Teatro Amazonas (imag3) en medio, construido cuando la riqueza del caucho hizo que fuera la segunda ciudad de América del Sur en tener energía eléctrica, tan sólo tras Buenos Aires!!! Sus calles son extremadamente bulliciosas, con muchos puestos de venta ambulante, con una humedad relativa desesperante y con unas lluvias y tormentas eléctricas que desaparecen con la misma facilidad con la que te caen encima. Desgraciadamente, y eso fue lo peor del viaje, en la travesía por el río mi cámara no dio más de si, y murió probablemente debido a la extrema humedad y a que ya tenía unos años, así que hasta que alguno de mis compañeros no me envié alguna foto no podré deleitaros con las imágenes. Otra cosa curiosa tanto del Amazonas como de Manaus, es que su arquitectura es en general en madera con patas para elevarse sobre el agua, las favelas también, y ya en Manaus obviamente hay más hormigón, un material muy poco cuidado que da una imagen bastante sucia y fea a la ciudad, aún así es toda una experiencia conocerla!!
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