Pero si hay cosas que uno no debe perderse nunca en Madrid, son los lugares donde degustar una caña muy bien tirada y unas buenas tapas, hay mercados rehabilitados y muchas terracitas donde disfrutar del sol, de buena compañía. Uno de esos lugares sin duda alguna es el Mercado de San Antón, uno de esos grandes descubrimientos de este viaje, que seguro muchos conoceis, pero para alguien que hacía un año que no pasaba por España, fue como un oasis de placer para los sentidos...
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