Otro de los lugares que nos recomendó Nuria de ViajesMarrakech, fue la visita al Valle de Eurika, con chofer-guía, y que dura todo el día, en la próxima entrada lo contaré pero de caminno hacia ese valle, se pasa y hace parada necesaria, en uno de los Mercados Bereber más grande de la zona.
Está situado ya muy cerca de la cordillera del Atlas, y por eso desde la llegada se podían tomar fotos preciosas del río y el inicio del valle (imag01). Todos los puestos del mercado estan ordenados de manera un tanto rudimentaria y situados en el suelo, pero es en esos mercados donde uno se da cuenta de la frugalidad de la zona, de la fertilidad de sus tierras (imag02), y de lo importante que es para esta cultura el encontrarse en estos mercados, intercambiar mercancia, conocerse, adquirir por ejemplo las preformas abovedadas en mimbre, de los baños que se harán en las casas típicas (imag03) con cemento y alguna argamasa local.
También llama mucho la atención la cantidad de burros que hay en la zona, y como en ellos se basa gran parte del transporte de mercancías que llegan al mercado, por tanto, los puestos donde cambiarles las herraduras son habituales (imag04).
Por último, cualquiera de los que va allí a comerciar, necesita cubrir sus necesidades básicas, y vimos desde dentistas de dudosa reputación a peluqueros (imag05) como el que vemos en la imagen que estaba trabajando sin parar en su improvisada peluquería. toda una gran experiencia pasear por este mercado viendo las costumbres que siguen manteniendo.