Estoy dedicando el verano a recorrer la costa mediterránea española, a reencontrarme con lugares que hacía ya años mi retina había almacenado curiosamente de una manera muy diferente a la descubierta ahora, desde Alicante hasta Murcia he estado en esta semana recorriendo muchas playas, calas, puertos, amarres, bares, restaurantes, paseos y espacios públicos. En este blog quería sólo sacar aquellos lugares que realmente merezcan la pena en cuanto a arquitectura o viajes se tratara, y por ello, me centro en Torrevieja, lugar donde he parado unos días, y donde no voy a entrar a valorar el ambiente del que se disfruta allí, un tanto peculiar por lo pronto.
El caso es que en un lugar tan singular de la costa alicantina, me he podido encontrar con varios proyectos, algunos esperados y otros inesperados, es el caso del Centro de Relajación de Toyo Ito, que está en las salinas y que a pesar de saber de su existencia nadie me supo informar y por tanto no pude visitar; en segundo lugar, el Paseo Marítimo de Torrevieja, obra de Carme Pinós el año 1999 aproximadamente y que recibió el Premio del COACV a mejor obra del año de espacios exteriores, creo recordar. El caso es que la ordenación y tratamiento del territorio son magníficos, con esa sensibilidad que caracteriza a Carme Pinós, esa relación entre espacio de paseo y espacio de baño, esas apropiaciones de las rocas mediante bancos de piedra, esas inmersiones en el agua por medio de rampas o escaleras tendidas, casi a modo de piscinas naturales, los bancos corridos por todo el paseo y el detalle de las alturas de las palmeras, son cosas que te hacen darte cuenta que estas ante una gran obra de arquitecta, todo lo contrario de la gente que viene a usar esos espacios, que se agolpan en masas informes intentando ocupar hasta el más ínfimo metro cuadrado de playa, donde el sol no llega a calentar la arena por todas las sombrillas playeras descoloridas por las décadas de sol. La ciudad no está especialmente dotada de grandes playas, y el paseo sólo asoma a trozos poco afortunados de arena, y hace que se pierda esa poética que la arquitecta ha querido dejar en un lugar sin identidad, sin referencias, sin forma... esta intervención la situa un poco en el mapa, y junto con la de Ito o el sorprendente hallazgo del Teatro Municipal de Zaera Polo, hacen que se vaya teniendo más en cuenta una poblacion que tiene censadas 100.000 personas, con 12% de ellas inglesas, y que en verano se hace mas de 8 veces mayor.
El Teatro Municpal del que hablaba es de FOA, y sale aquí en su pagina, cuando lo vi publicado me gusto tanto la idea como el proyecto, pero cuando casualmente y por error, me lo encontré ante mi, me decepcionó ligeramente, en las imágenes de concurso parecía que el foyer era mayor y que realmente habría una relación dentro-fuera de interés, quizás el problema es que está siempre cerrado, que no se puede visitar salvo en actuaciones teatrales o que la fachada es demasiado lisa, o sin un despiece atractivo, el caso es que lo mejor para el visitante es la Plaza con los parasoles-farola, los asientos de piedra, y el terrorífico Parque Infantil que le han metido en medio al pobre Alejandro Zaera, además el alrededor acompaña poco, supongo que entrar en la sala será mucho mas espectacular que verlo por fuera, pero conseguirlo no debe ser nada fácil, así que hasta que lo de Ito no esté abierto, más vale ir a otros lugares cercanos a visitar arquitectura y a disfrutar de las playas.
El caso es que en un lugar tan singular de la costa alicantina, me he podido encontrar con varios proyectos, algunos esperados y otros inesperados, es el caso del Centro de Relajación de Toyo Ito, que está en las salinas y que a pesar de saber de su existencia nadie me supo informar y por tanto no pude visitar; en segundo lugar, el Paseo Marítimo de Torrevieja, obra de Carme Pinós el año 1999 aproximadamente y que recibió el Premio del COACV a mejor obra del año de espacios exteriores, creo recordar. El caso es que la ordenación y tratamiento del territorio son magníficos, con esa sensibilidad que caracteriza a Carme Pinós, esa relación entre espacio de paseo y espacio de baño, esas apropiaciones de las rocas mediante bancos de piedra, esas inmersiones en el agua por medio de rampas o escaleras tendidas, casi a modo de piscinas naturales, los bancos corridos por todo el paseo y el detalle de las alturas de las palmeras, son cosas que te hacen darte cuenta que estas ante una gran obra de arquitecta, todo lo contrario de la gente que viene a usar esos espacios, que se agolpan en masas informes intentando ocupar hasta el más ínfimo metro cuadrado de playa, donde el sol no llega a calentar la arena por todas las sombrillas playeras descoloridas por las décadas de sol. La ciudad no está especialmente dotada de grandes playas, y el paseo sólo asoma a trozos poco afortunados de arena, y hace que se pierda esa poética que la arquitecta ha querido dejar en un lugar sin identidad, sin referencias, sin forma... esta intervención la situa un poco en el mapa, y junto con la de Ito o el sorprendente hallazgo del Teatro Municipal de Zaera Polo, hacen que se vaya teniendo más en cuenta una poblacion que tiene censadas 100.000 personas, con 12% de ellas inglesas, y que en verano se hace mas de 8 veces mayor.
El Teatro Municpal del que hablaba es de FOA, y sale aquí en su pagina, cuando lo vi publicado me gusto tanto la idea como el proyecto, pero cuando casualmente y por error, me lo encontré ante mi, me decepcionó ligeramente, en las imágenes de concurso parecía que el foyer era mayor y que realmente habría una relación dentro-fuera de interés, quizás el problema es que está siempre cerrado, que no se puede visitar salvo en actuaciones teatrales o que la fachada es demasiado lisa, o sin un despiece atractivo, el caso es que lo mejor para el visitante es la Plaza con los parasoles-farola, los asientos de piedra, y el terrorífico Parque Infantil que le han metido en medio al pobre Alejandro Zaera, además el alrededor acompaña poco, supongo que entrar en la sala será mucho mas espectacular que verlo por fuera, pero conseguirlo no debe ser nada fácil, así que hasta que lo de Ito no esté abierto, más vale ir a otros lugares cercanos a visitar arquitectura y a disfrutar de las playas.