Crónicas desde el lejano oriente... (parte 2)

En estos días como contaba han sucedido muchas cosas, y estoy empezando a conocer un poco mejor mi propio barrio(imag01), pero lo mas curioso de esta ciudad en general, es que hay negocio en todas partes, ( no en vano es el puerto comercial de Asia ) puedes encontrarte a un chino vendiéndote lo que sea en el lugar mas insospechado, y todo ocurre en la calle, parece que la venta ambulante no es un problema, y he podido encontrar desde gente que copia llaves, hasta puestos de carne a la noche en cada esquina o vendedores de frutas caminando con las cestas y vendiendo sobre la marcha.
Las tiendas aquí son de tamaños mínimos y las hay por todas partes(imag02), desde accesos al metro, a entradas a supermercados o bajo las autovías que tiene la ciudad, cualquier sitio es válido y bueno, en escasos 15m2 tienen tienda, cocina, cama y vida entera, es realmente sorprendente ver alguna de las ingeniosas invenciones de estos magos del espacio, que están acostumbrados a vivir así y por tanto, como ya he dicho otras veces, no les es incomodo ni desagradable.

En otro orden de cosas, y para mostrar otras caras de esta China emergente, se pueden encontrar comodidades casi de lujo muy cerca, el pasado fin de semana en un alarde de ingenio chino, y de perspicacia nuestra, conseguimos ir a la playa en pleno Pudong, dentro de unos bloques de lujo, una playa artificial con piscina de olas y palmeras quizás de pega; ese fue nuestro oasis por unas horas de mucho calor, parece mentira que estuvieramos casi a la sombra del segundo edificio mas alto del mundo y al cerrar los ojos escuchabamos las sirenas de los barcos navegando por el río, vamos casi real pero increíble, lo que no pueda ofrecer Shanghai no lo puede ofrecer otra ciudad!!